Hay veces que la familia, por intentar ayudar, mete la pata. Quizá eso haya sucedido con la familia de Sara Carbonero a la que han interrogado por activa y por pasiva todos los reporteros de España estas semanas. La última en hablar; Gregoria Arévalo, su madre, que ha contado detalles de la presentadora más famosa de nuestro país en este momento que quizá no sean del todo de su agrado, dado su gusto por la discreción.
Ella nunca ha afirmado estar licenciada, pero tampoco ha negado que lo esté. Su madre ha confirmado lo que era ya un secreto a voces entre quienes compartieron lugar en las aulas de la Universidad Complutense de Madrid: Sara aún no puede poner en su currículo laboral el cartel de Licenciada en Periodismo.
“A Sara le falta una asignatura para acabar Periodismo de la que no se ha podido examinar precisamente por tener que ir a cubrir el Mundial. En septiembre se examinará”, aseguraba la madre de Carbonero a la revista Pronto. Ella también se encarga de desmentir en la publicación los rumores de una posible boda entre Sara e Iker Casillas. Eso sí, a ella le haría ilusión que, de celebrarse tamaño enlace, fuese en la iglesia de Corral de Almaguer (Toledo), el pueblo que vio nacer a la cuasi periodista y que a este ritmo va a superar a Santiago de Compostela en año Xacobeo en visitas y notoriedad.
La reacción de Carbonero ante las palabras de su madre probablemente no la conoceremos nunca, dado que la joven se caracteriza por su discreción en todo lo que supone una intromisión en su vida privada, pero podría ser que no le hiciera demasiada gracia precisamente por ese motivo. Eso suponiendo que se haya enterado entre paseo y paseo por San Francisco, Los Angeles y Las Vegas.
La orgullosa progenitora, que procura huir de la prensa, intenta defender a la pareja y dice de Casillas que es “un chico muy sanote” y de Sara que “no le gusta que se hable de ellos, ella quiere dedicarse a algo serio en el ámbito de los deportes”. Otro punto en que la madre saca de dudas a quien las tuviera es sobre el hecho de que ella también disfrutó del beso del Mundial. “Lloré muy a gusto”, aseguraba la buena mujer sobre el momento en que Casillas agradeció a su hija con un ósculo su apoyo durante este tiempo.
Pero ella no ha sido la única que ha tenido tiempo de salir en cámara en algún programa de televisión. El abuelo de la presentadora de deportes de Telecinco tuvo sus cinco minutos de estrellato gracias a 3D y a un exhaustivo reportaje por las calles de Corral de Almaguer en busca de amigos, tíos, primos y demás familia.
Hasta visitaron la parroquia, les buscaron salón de bodas y hablaron con en cura. Menos mal que está la madre de Carbonero para asegurar que conoce a su hija y que se tomará la relación con calma, porque si fuese por más de uno les casaban mañana mismo, y eso que aún no les ha dado tiempo a volver de sus primeras vacaciones de pareja.
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