sábado, 10 de marzo de 2012

ENTREVISTA: SARA CARBONERO


Es la chica de moda. Está en todas partes. Guapa, rica, famosa y emparejada con una estrella del deporte conocida en todo el mundo, Sara Carbonero ha pasado de ser una reportera de llamativos ojos verdes a reunir las características necesarias para ocupar titulares y copar programas del corazón. Y es que además de ser presentadora de deportes en un informativo y la novia de Iker Casillas, el guardameta del Real Madrid, a esta joven nacida en Toledo hace 28 primaveras le llueven las ofertas publicitarias. Renueva como imagen de Pantene en un momento en el que no sólo se ha convertido en un icono de estilo y en un referente de belleza, sino que también atraviesa un brillante momento profesional y pisa un camino de rosas en lo sentimental, sendero que podría llevarla hasta el altar en verano.

–Lleva ya dos años como imagen de Pantene. ¿Se siente cómoda en el mundo de la publicidad?
–La experiencia ha hecho que ya esté muy habituada. Son como de la familia: ellos fueron los primeros en confiar en mí y estoy encantada. Con cada cosa que hago estoy más contenta.

–Las horas de peluquería para la televisión acaban maltratando el cabello. ¿Cómo se lo cuida? ¿Cuáles son sus trucos?
–La verdad es que me lo cuido poco. Me lo tengo que lavar todos los días, porque si no me siento mal, sucia. Intento no secarlo nada porque en plató, los secadores y las planchas son constantes. Así que echo la cabeza hacia abajo y dejo que se seque al aire. Pero tengo suerte de tener mucho pelo y mucho volumen.

–¿Tiene algún producto fetiche?
–Uso a menudo la laca de la gama «Suave y Liso», que da mucho brillo, y los fines de semana me pongo una mascarilla, me hago una coleta y me la dejo todo el día.

–¿Cree que la imagen es vital cuando se trabaja ante las cámaras?
–Sí. No es fundamental, pero al estar de cara al público hay que tener en cuenta el aspecto. Es más importante parecer sano que parecer guapo: hay que cuidarse.

–¿Realiza mucha dieta y ejercicio o lo suyo es cuestión de genética?
–Soy muy afortunada porque de verdad que no hago apenas nada. En todo caso, me gustan los deportes que son para la mente, de contacto con la naturaleza: salir a correr, hacer bicicleta... Pero sería incapaz de encerrarme en un gimnasio o poner en práctica un régimen. Casi al contrario: he estado comiendo mucho porque no estoy a gusto con mi cuerpo y quiero engordar. Como mucho y bien, y de todo.

–¿Quiere engordar?
–Pues sí, no me veo bien, no estoy a gusto. Ante todo quiero estar sana, cómoda y con vitalidad para aguantar todos los días. Y para eso necesito alimentarme.

–¿Se ha apuntado a la gastronomía «eco» o es fiel a la dieta mediterránea?
–No estoy nada enterada de las nuevas modas. Como todos los días en el bar que hay enfrente de Telecinco. Siempre menú «de la abuela», con platos de cuchara, postre, pan... Me encantan las lentejas, la pasta y las patatas revolconas.

–Sin embargo, su físico llama la atención: muchas mujeres la consideran como una de las mujeres más sensuales del mundo.
–Eso siempre es un piropo y resulta halagador. Pero es una consecuencia de estar en el escaparate público, de hallarme expuesta y de que la gente pueda opinar. No es algo que me obsesione y, desde luego, no es lo que yo quiero, pero prefiero estar en los puestos altos que en lo bajos. Lo que sí me hace ilusión es gustar a las niñas o poder ser un referente para alguien.

–¿Sabe que también es un referente de estilo y que incluso la han encumbrado como reina del «casual»?
–La moda me ha gustado desde siempre, no es algo que haya ido aparejado a la fama. Adoraba ojear revistas de moda, aunque no era una adicta a este tipo de Prensa. Ahora me visto con lo que creo que me sienta bien. Me considero una persona muy sosa: lo mío son los colores básicos y las prendas anchas, y nunca arriesgo en nada. Pero deben ser cosas asequibles, que también es algo importante en estos tiempos. Intento ser cercana, pero no me considero icono de nada.

–¿Cómo lleva el tema de la fama, la presión mediática y el acoso de los «paparazzi»?
–Entiendo que soy un personaje público porque todos los días entro en las casas de mucha gente, pero llevo fatal no poder respirar, que me sigan, que cada tontería se convierta en noticia, no poder llevar una vida normal. A pesar de todo, ahora estoy más tranquila y relajada.

–¿Le asusta la fama?
–No, porque sé llevarla. Hay que poner las cosas en una balanza, y yo tengo tantas buenas y positivas en mi trabajo y en mi vida, que no permito que las malas se conviertan en un problema. Hay que ser natural, ser amable –con aquellos que lo son contigo, claro–, y acostumbrarse.

–¿Le molesta que en ocasiones su trabajo quede relegado a un segundo plano debido a su ajetreada vida personal?
–A mí no me gusta que se rumoree sobre mi vida privada, pero no se habla sólo de eso. Tengo el reconocimiento de mis compañeros de profesión, que es lo más importante. Aunque como en todo, hay gente a la que le gusto y gente a la que no... También muchos opinan sobre mí sin conocerme. Pero mi sensación es que estoy respaldada en mi cadena y siguen surgiendo nuevas oportunidades para mí. No creo que se tenga a alguien en una cadena sólo porque sea quien sea.

–Cuando era estudiante de Periodismo, ¿imaginaba que llegaría hasta aqui?
–No. Quizá me veía más en la radio, donde empecé, o quizá escribiendo, pero nunca soñé con tanto. Gustándome el deporte como siempre me ha gustado, para mí ha sido increíble cubrir un Mundial, y más aún ganándolo.

–Desde luego, proyectos no parecen faltarle.
–Estoy muy ilusionada por cubrir la Eurocopa este verano en Polonia y Ucrania, porque ya han pasado dos años desde el Mundial de Fútbol y tengo mono. Me encanta viajar, vivir el fútbol en directo, desde los estadios, y poder disfrutarlo de primera mano. El plató es fantástico, pero es un poco monótono.

–¿Es verdad que rechazó cubrir el Mundial de Motociclismo por no separarse de Iker Casillas?
–Siempre dicen y dicen, pero no fue así. Había trabajo para todos y era necesario repartírselo. Como yo había hecho el Mundial, preferí la Eurocopa, porque a mí lo que más me gusta es el fútbol. Pero los rumores y las invenciones siempre están presentes.

–¿Cree que cuando finalmente se mude a La Finca con Casillas se normalizará la situación con la Prensa?
–No sé cuándo nos vamos a cambiar de casa, pero me encuentro bien. Es un traslado como el que puede hacer cualquier persona. Yo sólo quiero tranquilidad.

–¿No es una casa demasiado grande para dos? ¿Piensan casarse y tener hijos?
–Sí, claro que me veo casada y con hijos, aunque no sé cuántos. ¡Los que vengan!

–Lleva la famosa sortija de Cartier. ¿Se trata de un regalo de cumpleaños o de un anillo de pedida?
–Esta joya la tengo desde hace mucho tiempo. Es un regalo muy especial al que tengo mucho cariño.

–En La Finca tendrán vecinos como Cristiano Ronaldo, Bustamante, Penélope Cruz, Mourinho... ¿Cuál es su opinión acerca de este último?
–Creo que es un gran entrenador, a la vista está: es uno de los mejores. Igual que Guardiola, que espero que renueve con el Barcelona. Son los dos grandes profesionales, y debemos estar orgullosos por tenerlos en nuestra Liga, que es la mejor del mundo.

–En cuanto al atractivo, ¿con cuál de los dos se quedaría?
–Con ninguno, ellos no son mi estilo. Aun así, no me mojaría: ¡trabajo con ellos!

–Muchos ansían verla dar el salto a la gran pantalla próximamente, y más desde su cameo en la película «Amigos». Si el manchego le propusiera ser «chica Almodóvar», ¿le diría que no?
–Con todas las chicas que hay por ahí, no creo que me llame precisamente a mí. Aunque de momento no me veo actuando, ¿quién sabe?

El detalle
ICONO DEL «STREETSTYLE»
Su estilo desenfadado y «casual» pero a la vez «trendy» la han encumbrado como una de las reinas de la moda de calle. Todo lo que luce es noticia, es capaz de poner de moda prendas y complementos –como los famosos decenarios–, es imagen de numerosas firmas y portada de revistas. Durante el día, su estilo es desenfadado y algo «hippie»: sus prendas preferidas son los «jeans», las camisetas amplias, los vestidos con estampados florales y las botas camperas. Combina firmas como Diesel, Dolores Promesas, Mustang y Zara –de la que parece embajadora– con algunas prendas de gran calidad. De noche, los vestidos de cóctel ajustados son sus preferidos, y suele optar por reconocidas firmas internacionales, aunque casi nunca va de largo. Además de Hervé Leger, le fascinan BCBG by Max Azria y Gucci. En las presentaciones se decanta por minivestidos muy ajustados y con profundos escotes.

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